llamadores de Ángeles
A veces al amanecer, cuando no sabemos
con certeza si estamos dormidos o despiertos.
O a la hora del crepúsculo cuando las sombras
nos hacen dudar de nuestros sentidos, adivinamos
invisibles presencias, susurros, aleteos, risas
contenidas, y hasta puede rozar nuestra mejilla
algo que no podemos definir.
Son los ángeles: vienen y van.
Escuchando nuestros secretos y susurrándonos
melodías. Ahora si tal vez los perdiste en el
apuro por vivir, aquí hay para ti un
“Llamador de Ángeles”
para que puedas convocarlos…